lunes, 11 de junio de 2012

GENERO DRAMÁTICO:

El término drama proviene del griego δράμα y significa "hacer" o "actuar". Suele llamarse drama únicamente a aquella obra que incluye ciertos elementos, especialmente cuando tiene un "final trágico", pero el término hace referencia también a las obras cómicas (al menos en la cultura occidental, donde se considera que nació del término drama) y además incluye, pues, la tragedia y la comedia. Posteriormente, el drama se divide en géneros realistas y géneros no realistas; entre los primeros quedaron inscriptas la tragedia y la comedia ya existentes, y en el siglo XX vino a agregarse la pieza de teatro y entre los segundos, el melodrama, la obra didáctica y la tragicomedia, reconocidos como tales desde el Renacimiento. Además, a esto se suma la farsa, considerada como género imposible.
Algunos teóricos del siglo XX insisten en la diferenciación categórica entre el drama y el teatro, de los cuales el primero es la versión constituida en lo absoluto por elementos lingüísticos, formando parte entonces de lo que se considera un género literario, cuya particularidad es el predominio de la función apelativa del lenguaje, la ausencia de un mediador (intérpretes, actores) entre el mundo creado (la realidad ficticia) y el lector y la posibilidad virtual de ser representado.
El teatro es la concreción del drama e incluye la actuación, la música, etc. Es decir, elementos que no le son propios al drama como realidad lingüística acotada solamente al discurso. El análisis de un drama puede hacerse desde la crítica literaria, mientras que el análisis del teatro debe incluir factores como la actuación, la evaluación del espectáculo, los músicos, la iluminación, etc.
Se puede añadir la precisión, desde la perspectiva de la etnoescenología, campo interdisciplinario que estudia los fenómenos y comportamientos humanos espectaculares organizados (PCHSO) del teatro, que es un subgrupo dentro del conjunto de formas espectaculares organizadas. Se pueden distinguir tres aspectos claves dentro del análisis de una forma espectacular: la espectacularidad, la performatividad y el fenómeno de relación simbiótica o de empatía que se construye en la relación con el público (Pradier, 1996).
La pertinencia de la evaluación de estos aspectos del teatro como forma espectacular reside en el hecho de que toda forma espectacular responde a un contexto social. En este sentido, la dramaturgia y su manifestación espectacular por medio del teatro se organizan por medio de códigos que no son universales pero que son particulares a un contexto histórico y cultura


No hay comentarios:

Publicar un comentario